Trauma, Sanación, y Recuperación

El Impacto del Trauma en Niños

Experiencias traumáticas durante la infancia, como el abuso o negligencia, afectan el desarrollo neurológico de los niños.

Cuando los niños corren peligro o creen estar en peligro, sus cuerpos automáticamente comienzan a protegerse a través de la respuesta de lucha y/o huida. Estas respuestas son como el cuerpo humano se protege del peligro. Tratamos de luchar o escapar. Sin embargo, hay muchas veces cuando es imposible o no es seguro luchar o escapar.  En este caso se puede bloquear o inmovilizar automáticamente el sistema nervioso. A menudo esta respuesta inmovilizadora es la única opción para bebés y niños, especialmente en el caso de niños con necesidades especiales.

Cuando los niños sufren abuso o trauma repetidamente, su sistema nervioso puede quedarse trabado en respuestas de lucha, huida o inmovilización, incluso hasta después haber superado el peligro. Si no fueron capaces de protegerse y no estaban protegidos por adultos, pueden sentirse abrumados por emociones y miedos cuando están a salvo. Pueden estar constantemente a la espera del peligro. Esto es particularmente cierto si sufrieron abuso o trauma, con frecuencia, o si la experiencia fue intensa o duró un período largo de tiempo.

En general, la sensación constante de amenaza puede hacer que los niños sean irritables. Puede dar lugar a bebés quisquillosos que lloran con frecuencia y puede hacer que los niños mayores actúen con rabia. A medida que van de niños a adolescentes y adultos, corren más riesgo de hacerse daño abusando de los cigarrillos, el alcohol, las drogas, el sexo y la comida. Pueden lastimarse y arriesgar su integridad física.

Todas estas opciones pueden ayudar a calmar el dolor del trauma no resuelto. Estos comportamientos no son defectos de carácter y no significan que los niños son "malos" o que tienen enfermedades mentales. Son las estrategias de afrontamiento que los niños utilizan para hacer frente a los impactos físicos y emocionales del trauma, según La Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias.

Los síntomas del trauma prolongado pueden incluir:

Híper-excitación

  • ataques de pánico, fobias, ansiedad, flashbacks
  • susto y respuesta emocional exagerada
  • extrema sensibilidad a la luz y sonido
  • hiperactividad, inquietud
  • pesadillas y terrores nocturnos
  • conductas evasivas, dependencia
  • aumento de comportamientos arriesgados
  • llanto frecuente e irritabilidad
  • cambios rápidos de humor, incluyendo rabia y rabietas
  • en niños pequeños, retroceso a etapas anteriores de desarrollo, tales como querer un biberón, orinarse en la cama, usar pocas palabras

Disociación

  • distracción y falta de atención
  • amnesia y olvido
  • incapacidad de organizar y planear
  • sentirse aislado y separado
  • falta de emociones, dificultades para relacionarse con los demás
  • fácil y frecuentemente estresado
  • excesiva timidez con tiempo pasado en un mundo imaginario

Constricción, Bloqueo e Inmovilidad

  • dolores de cabeza, dolores de estómago, asma
  • impotencia, culpa y vergüenza
  • enuresis y suciedad
  • dependencia/volver a comportamientos más juveniles
  • baja energía/fatiga fácilmente
  • jugar a lo mismo una y otra vez
  • menos curiosidad e incapacidad de sentir placer

(Adaptado de Levine y Kline, 2007, pp. 75, 77 y 78.)

Los Niños con Necesidades Especiales Intelectuales y de Desarrollo

Además de los síntomas mencionados anteriormente, los niños con necesidades intelectuales y de desarrollo que sufren trauma pueden perder parte de su capacidad para funcionar en la vida día a día.

Sin embargo, cuando los niños con necesidades especiales empiezan a tener rabietas, llorar más, destruir juguetes, ser incapaces de hacer tareas, o se retraen, las personas en sus vidas no pueden reconocer estos cambios como posibles síntomas del trauma. Por el contrario, pueden centrarse en el comportamiento como un "problema" de comportamiento.

Esta propuesta no funciona para niños cuyos cambios de comportamiento provienen del trauma. De hecho, centrarse en cambiar comportamientos sin abordar lo que está detrás del cambio puede empeorar el trauma del niño, según la Red Nacional de Estrés Traumático Infantil.

Todas estas respuestas en los niños son reacciones normales a la experiencia anormal de ser lastimado, abusado o descuidado.

Más información sobre efectos a largo plazo de traumas y cómo responder

Según un estudio innovador en California, las experiencias traumáticas en la infancia son más comunes de lo que los investigadores previamente pensaban y pueden fuertemente afectan la salud y bienestar a medida que los niños se hacen adultos. Los siguientes enlaces contienen más información acerca de las consecuencias a largo plazo del abuso, la negligencia y otros traumatismos y cómo ayudar a los niños sanarse del abuso.

Como Ayudar a su Niño a Recuperarse y Sanarse

Los niños y jóvenes pueden sanar y recuperarse de la agresión sexual, el abuso y la negligencia. Los padres y tutores pueden ayudar a los niños haciendo que su vida en el hogar sea tan segura y estable como sea posible.

Los niños que han tenido traumas en su vida muy a menudo son muy buenos en la detección de estrés y ansiedad en otras personas. El estrés en adultos puede aumentar el estrés de los niños, lo cual hace más difícil que los niños se sientan seguros. La buena noticia es que lo contrario también es cierto. Los adultos que son calmados pueden ayudar al niño a sentirse más cómodos y seguros

Cuando usted está tratando de apoyar a un niño que está angustiado:

  • Verifique su propio nivel de tranquilidad/ansiedad/estrés varias veces.
  • Si usted está estresado y ansioso, encuentre alguna manera de controlarse antes de hablar con el niño. Respire profundamente y exhale despacio, o haga un breve ejercicio de meditación.
  • Tenga en cuenta cómo se presenta ante el niño. ¿Qué está comunicando por la manera en la que está sentado o de pie? ¿Qué tan cerca o lejos está? ¿Cuál es su tono de voz?
  • Mantenga su voz calmada y baja y observe cómo su contacto visual, expresiones faciales, tono de voz y gestos están impactando al niño.

(Adaptado de Levine y Kline, 2007; y James, 1996.)

Otros consejos de SAFE y La Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias  (SAMHSA) para ayudar a los niños recuperarse y sanarse:

  • Este disponible para los niños.
  • Acepte lo que compartan y hágales saber que los sentimientos que tienen están bien. Reacciones comunes que sienten son tristeza, ansiedad, temor e ira.
  • Ayude a los niños expresar sus sentimientos a través del dialogo, el llanto, la escritura, el dibujo, cualquier escape emocional que mejor les sirva.
  • Deje que los niños sepan que usted los ama.
  • Responda a preguntas tan honestamente como pueda, con la información que se adapte a su edad de desarrollo y no les cause más angustia. Usted tal vez no sepa las respuestas a todas sus preguntas, o lo que va a pasar, pero es bueno decirles esto.
  • Mantenga la calma, todo lo posible. Aunque está bien que los niños vean a los adultos llorar, según SAMHSA, puede asustar a los niños cuando los adultos pierden el control, gritan, dan patadas o golpean muebles o paredes.
  • Enfóquese en las fortalezas del niño.
  • Sepa que los niños pueden recuperarse y sanarse
  • Recuérdele a los niños (y a sí mismo y otros según sea necesario) que lo que sucedió no fue culpa del niño.
  • Comprenda que el niño está lidiando con la situación lo mejor que puede.
  • Mantenga las rutinas de la familia. Los padres no quieren que sus niños sufran más y a veces dejan de establecer límites o horarios. Puede ser que los niños se sientan más seguros si hay las mismas comidas, horario para ir a la cama, jugar, ir al Colegio, hacer tareas, etc.
  • Asegúrese de que los niños tengan tiempo suficiente para dormir, comer saludablemente y hacer ejercicio.
  • Cuídese usted. Asegúrese que está recibiendo suficiente descanso, ejercicio, alimentos nutritivos y tiene tiempo para sí mismo.
  • Busque apoyo y sanación para el niño y usted mismo a través de:
    • consejero para niños o consejería familiar
    • terapia de música o arte
    • un líder espiritual a través de su iglesia, sinagoga, mezquita u otro hogar espiritual
    • clases de crianza de los niños
    • grupos de apoyo para padres
    • agencias de servicios para necesidades especiales
    • apoyo de familia a familia

Como Estar Bien Centrado

Los padres y tutores que sienten mucho estrés y ansiedad pueden practicar estando bien centrados para sentir alivio.

Estando bien centrado es estar en el presente en lugar de estar intensamente enfocados en temores del futuro o lamentaciones sobre el pasado. Cuando está bien centrado, se siente seguro y afronta la vida momento a momento en lugar de evitar pensamientos o sentimientos dolorosos.

Aquí hay algunos ejemplos de lo que puede hacer para ayudarse a estar bien centrado en el momento presente: muévase, baile, corra, use una bicicleta, camine, nade, sea físicamente activo; camine descalzo sobre el pasto o la arena; medite; concéntrese en la sensación de los pies tocando el suelo; tome un baño o una ducha caliente; siéntese afuera y mire alrededor, vea lo que está notando, oyendo y oliendo.

Breve ejercicio para estar bien centrado:

Traiga su enfoque a su cuerpo y experiencia presente

Mire sus:

  • PIES (en el suelo...)
  • ESPALDA (contra el respaldo de la silla...)
  • MANOS (donde puede descansar...)
  • ASIENTO (en la silla...)

Monitoree su respiración... tome unas cuantas respiraciones profundas.

Tome tiempo para ver alrededor... Busque algo agradable para ver para orientarse al presente y aumentar su sentido de seguridad en el momento.

(Kline y Downing, de 2012, según lo citado adentro Mastroleo & Schwartz, 2013.)